ESTAMPAS Las gemelas Braun: reconozca las diferencias
Un lunar secreto es su única distinción física. Las dos son modelos, locutoras y tienen una empresa juntas. Aunque les va bien como dupla, estas hermanas quieren despegar por separado. Aquí sus confesiones a dúo
por EFRAÍN CASTILLO | DOMINGO 29 DE JUNIO DE 2014
De entrada, quien se topa en persona con Alexandra y Karina Braun tiene complicado identificar a primera y segunda mirada quién es quién. Cuando se las ve juntas, su esbelta figura, su rostro blanquísimo, sus labios carnosos y sus enormes ojos verdes son como una aparición doble a la que es difícil resistirse; tanto, que quienes se encuentran en el café donde es la cita para esta entrevista no pueden evitar voltear y rendirse ante esa belleza de muñecas de porcelana.
Ya sentadas, la tarea de distinguirlas se hace más sencilla. Al oírlas, sus palabras las revelan en sus particularidades, algo que también hacen sus gestos y su actitud. Alexandra deja claro con su comportamiento que es la mayor "por 15 minutos": conduce la conversación, se hace dueña del espacio, pide los cafés para todos y hasta corrige a Karina cuando cree que ha cometido una "imprudencia".
Karina -con mejillas ligeramente más pronunciadas- es de hablar pausado, algo más serena y observadora, con un aire de tierna ingenuidad y toques de la Susanita de Mafalda, pero con un aplomo que da entender que de tonta no tiene ni un cabello.
Estas hermanas caraqueñas de ascendencia alemana son, quizás, las únicas gemelas famosas del entretenimiento nacional. A la usanza de las morochas Olsen en Estados Unidos ("ellas no han sido nunca nuestra referencia", aclaran de antemano), las rubias de 31 años vienen desarrollando juntas carrera como modelos, animadoras de TV (estuvieron en Canal I entre 2007 y 2011) y como conductoras de radio (presentan desde hace tres años Por Partida Doble en Play 95.5 FM). Además, le han sacado provecho a su identidad unitaria y a su fascinación por la moda y en 2010 crearon Di Braun, firma de orfebrería y accesorios femeninos de cuyos productos ellas mismas son diseñadoras e imagen.
Pese al vuelo conjunto, por estos días las morochas comienzan a soltarse las manos para despegar por cuenta propia. Alexandra, quien participó en el Miss Venezuela 2005 y fue coronada Miss Tierra en Filipinas ese año, encarnará próximamente a la villana en la nueva versión de la telenovela Inés Duarte Secretaria (Venevisión),luego de su debut como actriz de teatro en 2013 en la comedia Boeing Boeing (actualmente en cartelera) y después de filmar la película Hasta que la muerte nos separe de Abraham Pulido (a estrenarse este año).
Karina, por su parte, trabaja en la internacionalización de DiBraun y está por firmar contrato con una televisora para conducir un programa dedicado al "fashion", como ella misma lo define. Con sus carreras en solitario a punto de ebullición, ambas también quieren hacer hervir su individualidad, algo que precisamente quisieron mostrar en esta entrevista.

VISIÓN DOBLE
¿De verdad son tan igualitas como se las ve por fuera?
"La verdad no -comienza diciendo Karina. Aquí donde nos ves, con el pelo igualito, las mismas facciones y la misma voz, la diferencia entre Alexa y yo es que ella es más extrovertida. Cuando llega a un lugar todo el mundo se entera porque ella se hace sentir, se ríe, es coqueta, habla con todo el mundo, es el centro de atención. Yo, en cambio, soy más tranquila, más analítica, me gusta observar, oír y solo después emitir un comentario. Soy más reservada".
"Karina es muy dulce y hasta a veces empalagosa -replica Alexandra. Y una de las cosas que admiro de ella es su paciencia. Yo soy más directa, más terca, todo lo quiero para ya y si algo no me gusta lo manifiesto de inmediato. Soy muy hiperactiva, apasionada: Kari es toda hippie y paz y amor".
¿Fue complicado crecer como gemelas?
A: "Para nada. Creo que mi mamá, siendo psicóloga y enfermera, nos crió con tanto amor y nos dio tanto tiempo de calidad que logró que nunca sintiéramos rivalidad. Día a día veíamos el esfuerzo que hacía para levantarnos sola -porque nuestro papá nos abandonó- y así entendimos que debíamos compartir lo que teníamos y apoyarnos como familia. Yo recuerdo que de chiquitas las pocas veces que nos peleábamos era cuando nos tocaba el turno de dormir con mamá. Pero ella siempre buscaba una solución mediadora para que nunca nos enfrentáramos".
K: "Es cuestión de carácter. Quizás por ser gemelas sentimos una empatía especial la una por la otra. Además, como no tenemos más hermanos, siempre nos consideramos confidentes, amigas, compañeras. Si a mí me regalaban algo, nunca me lo guardaba sino lo compartía con ella. Siempre hemos pensado en función de dos".
¿Por eso estudiaron lo mismo y trabajan juntas?
K: "Fue un proceso natural, siempre andábamos para arriba y para abajo y nos gustaban las mismas cosas. Nosotras empezamos a trabajar a los 15 años como niñeras de la hija de un vecino y después como modelos publicitarias cuando nos descubrieron en un centro comercial. Luego vino la carrera de publicidad y así se fueron dando las otras cosas".
A: "Tenemos la misma inclinación por el arte, que es un asunto de familia. Mi abuelo era pintor y orfebre y nosotros heredamos esa sensibilidad. Aunque quizás como yo soy la más atrevida, fui yo quien siempre insistió en tener a Karina conmigo en mis proyectos artísticos. Yo la llevé conmigo a la TV, a la radio y hasta casi le dije que participara en el Miss Venezuela al año siguiente que yo lo hice (risas)".
¿No temen aburrirse viéndose tanto?
A: "Para nada. Compartimos en la radio, en DiBraun y algunas veces los fines de semana. Pero cada quien tiene sus actividades fuera de eso. Nos vemos menos de lo que la gente piensa".
K: "Ella tiene su novio, sus amigos, yo también. Vivimos con mamá en una casa que está dividida en tres apartamentos y cada una hace vida independiente, aunque de vez en cuando nos tocamos la puerta si se nos olvidó la llave o para pedirnos la ropa".
¿Se piden opinión antes de tomar decisiones?
K: "Sí, claro. Pero tampoco somos de las que no dan un paso si la otra no lo aprueba. Conservamos nuestra individualidad y respetamos nuestro espacio. Somos dos, no una".
¿Y no les molesta que las confundan?
A: "Sí y no. Estamos acostumbradas, pero a veces resulta un poco fastidioso presentarnos ante la gente y decirle una y otra vez quién es quién, más ahora que llevamos el pelo igualito".
K: "Hay que lidiar con eso. Es parte de nuestra vida. No nos angustiamos. Simplemente somos como somos y ya. Cada una se conoce y se sabe única. A lo mejor las personas dudan la primera o la segunda vez que nos ven, pero por nuestra energía siempre descubren quiénes somos".
¿Han tenido que vencer prejuicios?
A: "Sí. Pero no por gemelas. Siempre nos toca luchar contra ese pensamiento según el cual las mujeres bonitas son tontas o tienen que acostarse con alguien para tener éxito. La gente cree que para nosotras la vida ha sido sencilla porque parecemos extranjeras o tenemos un cuerpo agraciado. Empezamos a trabajar a los 15 años porque mi mamá nos enseñó que debíamos valernos por nosotras mismas sin depender de ningún hombre. La gente dice que estamos metidas en todo, pero no saben que trabajamos 12 a 14 horas diarias".
K: "Y no es que reneguemos de nuestros atributos físicos. Pero eso es efímero. Cuando comenzamos con la empresa lo hicimos porque tenemos espíritu emprendedor y porque sabemos que en el medio en que nos desenvolvemos todo es muy fugaz y no queremos depender de nadie. Las oportunidades no llegan solas. Hay que buscarlas y aprovecharlas".
¿Cómo se proyectan individualmente?
A: "Quiero desarrollarme como actriz. Siempre dije que a los 30 tenía que estar en teatro, cine y TV, y estoy empezando a cosechar. Pero me falta mucho. No soy de las que piensan en hijos o casarse ahorita. Siento que podría truncar mi carrera. Esa no es mi prioridad y creo que es otra cosa que me diferencia de Karina".
K: "Yo sí quiero casarme pronto. Cuando conocí a mi novio le aclaré que no andaba para jueguitos. Soy una mujer seria. Quiero tener hijos. Y si son morochos mejor".
A: "Perfecto, porque así los sacan en la portada de Estampas el día de la madre (risas)".
¿Qué consejo de gemelas les dan a quienes no lo son?
K: "Que valoren a su familia y le tengan paciencia. Yo no entiendo cómo algunos hermanos se pelean y pasan años sin hablarse. Yo me muero si no sé nada de Alexa en una hora. Tenemos que aprender a comprender a nuestros hermanos. Y si hay que perdonarles sus errores o faltas, perdonen y ya. A veces es difícil, pero eso es liberador".
¿Han pensado cómo manejarán la inevitable separación?
K: "Cuando Alexa ganó el Miss Tierra y estuvo fuera del país un año fue muy duro y lloraba cada vez que hablábamos por teléfono. Pero creo que eso nos ayudó a prepararnos. Hoy lo entendemos con más calma. A fin de cuentas, mi hermana está en mi corazón".
A: "Eso es cierto, pero yo ya le dije que, cuando se case, en su apartamento tendrá que haber un cuarto para mí. Por más lejos que vivamos, siempre necesitaré mis dosis de cariño de gemela (risas)".
efcastillo@eluniversal.com
Agradecimientos:
Fotografía: Alejandro Espina Instagram: @AleSDtv
Maquillaje y estilismo: Romer Ravelo. Telf.: 0412-813.3812
Vestuario: Tienda Friends . Telf.: 0212-976.4708
Asesoría de imagen: Carolina Omaña. Telf.: 0412-333.6696
Accesorios: DiBraun. Telf.: 0212-261.5020
Ya sentadas, la tarea de distinguirlas se hace más sencilla. Al oírlas, sus palabras las revelan en sus particularidades, algo que también hacen sus gestos y su actitud. Alexandra deja claro con su comportamiento que es la mayor "por 15 minutos": conduce la conversación, se hace dueña del espacio, pide los cafés para todos y hasta corrige a Karina cuando cree que ha cometido una "imprudencia".
Karina -con mejillas ligeramente más pronunciadas- es de hablar pausado, algo más serena y observadora, con un aire de tierna ingenuidad y toques de la Susanita de Mafalda, pero con un aplomo que da entender que de tonta no tiene ni un cabello.
Estas hermanas caraqueñas de ascendencia alemana son, quizás, las únicas gemelas famosas del entretenimiento nacional. A la usanza de las morochas Olsen en Estados Unidos ("ellas no han sido nunca nuestra referencia", aclaran de antemano), las rubias de 31 años vienen desarrollando juntas carrera como modelos, animadoras de TV (estuvieron en Canal I entre 2007 y 2011) y como conductoras de radio (presentan desde hace tres años Por Partida Doble en Play 95.5 FM). Además, le han sacado provecho a su identidad unitaria y a su fascinación por la moda y en 2010 crearon Di Braun, firma de orfebrería y accesorios femeninos de cuyos productos ellas mismas son diseñadoras e imagen.
Pese al vuelo conjunto, por estos días las morochas comienzan a soltarse las manos para despegar por cuenta propia. Alexandra, quien participó en el Miss Venezuela 2005 y fue coronada Miss Tierra en Filipinas ese año, encarnará próximamente a la villana en la nueva versión de la telenovela Inés Duarte Secretaria (Venevisión),luego de su debut como actriz de teatro en 2013 en la comedia Boeing Boeing (actualmente en cartelera) y después de filmar la película Hasta que la muerte nos separe de Abraham Pulido (a estrenarse este año).
Karina, por su parte, trabaja en la internacionalización de DiBraun y está por firmar contrato con una televisora para conducir un programa dedicado al "fashion", como ella misma lo define. Con sus carreras en solitario a punto de ebullición, ambas también quieren hacer hervir su individualidad, algo que precisamente quisieron mostrar en esta entrevista.

VISIÓN DOBLE
¿De verdad son tan igualitas como se las ve por fuera?
"La verdad no -comienza diciendo Karina. Aquí donde nos ves, con el pelo igualito, las mismas facciones y la misma voz, la diferencia entre Alexa y yo es que ella es más extrovertida. Cuando llega a un lugar todo el mundo se entera porque ella se hace sentir, se ríe, es coqueta, habla con todo el mundo, es el centro de atención. Yo, en cambio, soy más tranquila, más analítica, me gusta observar, oír y solo después emitir un comentario. Soy más reservada".
"Karina es muy dulce y hasta a veces empalagosa -replica Alexandra. Y una de las cosas que admiro de ella es su paciencia. Yo soy más directa, más terca, todo lo quiero para ya y si algo no me gusta lo manifiesto de inmediato. Soy muy hiperactiva, apasionada: Kari es toda hippie y paz y amor".
¿Fue complicado crecer como gemelas?
A: "Para nada. Creo que mi mamá, siendo psicóloga y enfermera, nos crió con tanto amor y nos dio tanto tiempo de calidad que logró que nunca sintiéramos rivalidad. Día a día veíamos el esfuerzo que hacía para levantarnos sola -porque nuestro papá nos abandonó- y así entendimos que debíamos compartir lo que teníamos y apoyarnos como familia. Yo recuerdo que de chiquitas las pocas veces que nos peleábamos era cuando nos tocaba el turno de dormir con mamá. Pero ella siempre buscaba una solución mediadora para que nunca nos enfrentáramos".
K: "Es cuestión de carácter. Quizás por ser gemelas sentimos una empatía especial la una por la otra. Además, como no tenemos más hermanos, siempre nos consideramos confidentes, amigas, compañeras. Si a mí me regalaban algo, nunca me lo guardaba sino lo compartía con ella. Siempre hemos pensado en función de dos".
¿Por eso estudiaron lo mismo y trabajan juntas?
K: "Fue un proceso natural, siempre andábamos para arriba y para abajo y nos gustaban las mismas cosas. Nosotras empezamos a trabajar a los 15 años como niñeras de la hija de un vecino y después como modelos publicitarias cuando nos descubrieron en un centro comercial. Luego vino la carrera de publicidad y así se fueron dando las otras cosas".
A: "Tenemos la misma inclinación por el arte, que es un asunto de familia. Mi abuelo era pintor y orfebre y nosotros heredamos esa sensibilidad. Aunque quizás como yo soy la más atrevida, fui yo quien siempre insistió en tener a Karina conmigo en mis proyectos artísticos. Yo la llevé conmigo a la TV, a la radio y hasta casi le dije que participara en el Miss Venezuela al año siguiente que yo lo hice (risas)".
¿No temen aburrirse viéndose tanto?
A: "Para nada. Compartimos en la radio, en DiBraun y algunas veces los fines de semana. Pero cada quien tiene sus actividades fuera de eso. Nos vemos menos de lo que la gente piensa".
K: "Ella tiene su novio, sus amigos, yo también. Vivimos con mamá en una casa que está dividida en tres apartamentos y cada una hace vida independiente, aunque de vez en cuando nos tocamos la puerta si se nos olvidó la llave o para pedirnos la ropa".
¿Se piden opinión antes de tomar decisiones?
K: "Sí, claro. Pero tampoco somos de las que no dan un paso si la otra no lo aprueba. Conservamos nuestra individualidad y respetamos nuestro espacio. Somos dos, no una".
¿Y no les molesta que las confundan?
A: "Sí y no. Estamos acostumbradas, pero a veces resulta un poco fastidioso presentarnos ante la gente y decirle una y otra vez quién es quién, más ahora que llevamos el pelo igualito".
K: "Hay que lidiar con eso. Es parte de nuestra vida. No nos angustiamos. Simplemente somos como somos y ya. Cada una se conoce y se sabe única. A lo mejor las personas dudan la primera o la segunda vez que nos ven, pero por nuestra energía siempre descubren quiénes somos".
¿Han tenido que vencer prejuicios?
A: "Sí. Pero no por gemelas. Siempre nos toca luchar contra ese pensamiento según el cual las mujeres bonitas son tontas o tienen que acostarse con alguien para tener éxito. La gente cree que para nosotras la vida ha sido sencilla porque parecemos extranjeras o tenemos un cuerpo agraciado. Empezamos a trabajar a los 15 años porque mi mamá nos enseñó que debíamos valernos por nosotras mismas sin depender de ningún hombre. La gente dice que estamos metidas en todo, pero no saben que trabajamos 12 a 14 horas diarias".
K: "Y no es que reneguemos de nuestros atributos físicos. Pero eso es efímero. Cuando comenzamos con la empresa lo hicimos porque tenemos espíritu emprendedor y porque sabemos que en el medio en que nos desenvolvemos todo es muy fugaz y no queremos depender de nadie. Las oportunidades no llegan solas. Hay que buscarlas y aprovecharlas".
¿Cómo se proyectan individualmente?
A: "Quiero desarrollarme como actriz. Siempre dije que a los 30 tenía que estar en teatro, cine y TV, y estoy empezando a cosechar. Pero me falta mucho. No soy de las que piensan en hijos o casarse ahorita. Siento que podría truncar mi carrera. Esa no es mi prioridad y creo que es otra cosa que me diferencia de Karina".
K: "Yo sí quiero casarme pronto. Cuando conocí a mi novio le aclaré que no andaba para jueguitos. Soy una mujer seria. Quiero tener hijos. Y si son morochos mejor".
A: "Perfecto, porque así los sacan en la portada de Estampas el día de la madre (risas)".
¿Qué consejo de gemelas les dan a quienes no lo son?
K: "Que valoren a su familia y le tengan paciencia. Yo no entiendo cómo algunos hermanos se pelean y pasan años sin hablarse. Yo me muero si no sé nada de Alexa en una hora. Tenemos que aprender a comprender a nuestros hermanos. Y si hay que perdonarles sus errores o faltas, perdonen y ya. A veces es difícil, pero eso es liberador".
¿Han pensado cómo manejarán la inevitable separación?
K: "Cuando Alexa ganó el Miss Tierra y estuvo fuera del país un año fue muy duro y lloraba cada vez que hablábamos por teléfono. Pero creo que eso nos ayudó a prepararnos. Hoy lo entendemos con más calma. A fin de cuentas, mi hermana está en mi corazón".
A: "Eso es cierto, pero yo ya le dije que, cuando se case, en su apartamento tendrá que haber un cuarto para mí. Por más lejos que vivamos, siempre necesitaré mis dosis de cariño de gemela (risas)".
efcastillo@eluniversal.com
Agradecimientos:
Fotografía: Alejandro Espina Instagram: @AleSDtv
Maquillaje y estilismo: Romer Ravelo. Telf.: 0412-813.3812
Vestuario: Tienda Friends . Telf.: 0212-976.4708
Asesoría de imagen: Carolina Omaña. Telf.: 0412-333.6696
Accesorios: DiBraun. Telf.: 0212-261.5020
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